(Actualizado en octubre 2024)
En la historia reciente, hemos sido testigos de varias épocas de cambio, de transformación, de innovación y de superación de ideas preconcebidas. En 1765, la primera revolución industrial inició el camino de la mecanización y, en 1870, la segunda revolución iluminó al mundo con la electricidad. Después de 1969, la tercera revolución aproximó la ciencia ficción a la realidad, con la aportación al mundo de la informática, y hasta hace pocos años decíamos que estábamos inmersos en la cuarta revolución industrial, la era de la digitalización, potenciada, en parte, por la pandemia de 2020.
¿Estamos ya en la quinta revolución industrial?
Con la irrupción de la inteligencia artificial, muchos afirman que entramos en el quinto período industrial, en el que la transformación digital aumenta su potencial para convertirse en una colaboración relevante entre humanos y máquinas, modificando la composición de la fuerza laboral e introduciendo conceptos clave como automatización, eficiencia y adaptabilidad.
Ésta es una era marcada también por la masificación de datos, la obligación de la inmediatez y la necesidad de disponibilidad en tiempo real. Sin embargo, también trae consigo el cataclismo de la intermisión, y el pavor a la interrupción y a la caída de los sistemas informáticos que son los pilares del mundo moderno. Aquí entran en juego los centros de datos, un sector que nace para dar solución a la necesidad de las empresas de garantizar y proteger su información, y que ha ido reforzando su posición como garantes de la continuidad, la redundancia y la disponibilidad de esta información. Tan centrales e imprescindibles son los data centers en la infraestructura digital actual que se han convertido en un servicio crítico esencial, equiparable a las telecomunicaciones, el agua, la electricidad y el gas.
En los próximos 10 años, los data centers enfrentarán desafíos significativos determinados por la necesidad de una mayor eficiencia energética y la preocupación creciente por el impacto medioambiental que esto puede suponer, así como por la necesidad de proteger la información (los datos) de amenazas cada vez más sofisticadas, y su mayor o menor capacidad de adaptarse a las nuevas tecnologías, como la Inteligencia Artificial. Por su capacidad de analizar grandes cantidades de datos en tiempo real, este último avance desempeñará un papel central en la gestión de los data centers, sobre todo en la predicción de fallos, la optimización del uso de recursos y la gestión energética.
En este artículo, veremos estos y otros de los desafíos que los data centers enfrentarán en los próximos años, y algunas de las tendencias que podemos prever que les impactarán.
¿Qué sucederá con los data centers en los próximos años?
♻️ Sostenibilidad y eficiencia energética
El impacto ambiental de los data centers debido al aumento de la demanda de electricidad y al crecimiento en número y tamaño de éstos, es una preocupación creciente. Según estimaciones recientes, los data centers representan aproximadamente entre el 1% y el 2% del consumo total de energía eléctrica global y en 2030 esta demanda podría aumentar al 13%, lo que hace que, de cara a 2030 y en los próximos años, la eficiencia energética de los centros no solo será un objetivo, sino una necesidad imperativa.
Así, para reducir su huella de carbono, los data centers deberían ya o deberán integrar soluciones sostenibles de energía renovable, asegurarse de tener un PUE (Power Usage Effectiveness) lo más cercano a 1 posible, es decir, que la energía recibida sea igual a la utilizada (en Adam tenemos un PUE anual del 1,2 o inferior), y disponer de tecnologías de enfriamiento más eficientes. En Adam utilizamos energía procedente al 100% de fuentes renovables y el diseño, ubicación y construcción de nuestros CPDs están enfocados en maximizar la eficiencia energética y minimizar nuestra huella de carbono con tecnologías free-cooling. Además recibimos el Certificado de Conformidad del Pacto por la Neutralidad Climática de los Centros de Datos (CNDCP), para que los data centers europeos alcancen la neutralidad climática en 2030.
🔐 Seguridad y ciberdefensa
A medida que el volumen de datos crece exponencialmente, también lo hace la superficie de ataque y, por tanto, necesidad de proteger esta información. Además, con la integración de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial (IA) y el machine learning, los datos procesados y almacenados se vuelven más valiosos y atractivos para el cibercrimen.
La seguridad cibernética será un desafío crucial para los data centers en los próximos años, y las amenazas son cada vez más persistentes y elaboradas, más difíciles de detectar y de mitigar (como el ransomware y el phishing avanzado). Y, por si fuera poco, los data centers deben garantizar que cumplen con las regulaciones que protegen los datos personales, lo que implica implementar medidas de seguridad robustas para evitar filtraciones y accesos no autorizados, sobre todo porque su incumplimiento puede resultar en severas sanciones financieras y daños a la reputación de las organizaciones.
En los data centers de Adam, hemos implementado medidas de seguridad tanto tecnológicas como físicas, tales como sistemas de detección de intrusión y videovigilancia que protejan de accesos externos e internos conectados al personal de seguridad, o controles de seguridad de las propias herramientas de gestión del data center, entre muchas otras. Aquí tienes más detalles sobre nuestras medidas de seguridad.
💻 Edge computing y latencia ultra baja
El aumento de la demanda de acceso a internet, la expansión del Internet de las Cosas (IoT) y la proliferación de dispositivos conectados, produce un incremento constante del tráfico de red a nivel mundial y, a su vez, una exigencia de fiabilidad, rapidez e interconexión. Por eso, otro de los desafíos del sector es reducir la latencia de red aproximando las aplicaciones digitales y el contenido al usuario final, es decir, adoptando el edge computing
Esto implica procesar datos más cerca de donde se generan para permitir una mayor velocidad de respuesta en aplicaciones críticas. Para ello, en los próximos años, los data centers centralizados coexistirán con una red distribuida de micro data centers, optimizando la entrega de servicios y mejorando la experiencia del usuario, y la infraestructura de puntos de intercambio será también crucial para que el tráfico de datos se distribuya de manera más eficiente y rápida.
Esta última infraestructura aporta múltiples ventajas, como un acceso a Internet mucho más asequible, conexiones de red más directas y velocidades de acceso más rápidas, ya que el tráfico se enruta localmente frente a las rutas de tránsito internacionales.
Adam, como ISP de referencia, tiene presencia en múltiples puntos de intercambio:
- CATNIX (Punto Neutro de Internet en Cataluña).
- ESPANIX (Punto Neutro de Internet en España).
- DECIX (Punto Neutro de Internet en Alemania).
💡Adaptación a tecnologías avanzadas como la IA
La próxima década verá la consolidación de tecnologías emergentes como la computación cuántica, el 5G y la inteligencia artificial avanzada. Los data centers deberán evolucionar para soportar estas innovaciones, lo que implicará actualizar sus infraestructuras, optimizar el almacenamiento de datos y mejorar las capacidades de procesamiento. La flexibilidad para adaptarse rápidamente a estas tecnologías será un factor decisivo para mantenerse competitivo.
La inteligencia artificial (IA), por ejemplo, se convertirá en un componente crucial para la operación y optimización de los data centers en los próximos años. Esta tecnología contribuirá a:
- implementar niveles más elevados de automatización de tareas rutinarias y evitar errores humanos
- llevar a cabo estrategias de mantenimiento predictivo reduciendo el tiempo de inactividad y prolongando la vida de los equipos
- optimizar recursos
- gestionar la energía utilizada en los centros.
- analizar grandes cantidades de datos a través de algoritmos para ajustar las cargas de trabajo o anticipar demandas futuras
- aumentar la resiliencia y capacidad de adaptación de los centros de datos
☁️ Crecimiento de servicios en la nube
A medida que más empresas y organizaciones migran sus operaciones a la nube, un fenómeno que se potenció durante y después de la pandemia, la demanda de infraestructura de data centers continúa en aumento. Este crecimiento sigue en ascenso y podemos ver señales de ello en la construcción masiva de centros de hyperscalers y centros de datos edge (micro centros de datos localizados que reducen drásticamente la latencia de consumo de contenido y aplicaciones) en los últimos 4 años, para poder dar cabida a las crecientes necesidades de gestión de la información derivadas de la transformación digital.
Según un estudio de P&S Intelligence, los ingresos globales del mercado de los data centers serán este año 2024 de 341,8 billones de dólares, y para 2030 se estima que sean de casi el doble, 622,4 billones, con una tasa de crecimiento del 10,1% anual.
Esto es una excelente noticia para el sector, pero la generación masiva de estos centros conlleva una importante huella ambiental y genera una serie de desafíos que es importante abordar cuanto antes, como hemos mencionado anteriormente.
Madrid: próximo hub de datos en Europa
En 2022, Madrid alcanzó los 147 MW de capacidad de centros de datos, un crecimiento del 40% con respecto al año anterior. Además, los principales proveedores de nube están lanzando sus regiones dentro del área metropolitana de la capital española, impulsados por la demanda de la hiperescalabilidad de la nube y el desarrollo de la infraestructura digital nacional.
Madrid es considerada la zona con centros de datos de más rápido crecimiento en Europa debido a la saturación de las principales regiones FLAP (Frankfurt, Londres, Ámsterdam, París) y su ubicación estratégica cercana a las conexiones submarinas de fibra. Por eso, se espera que la capacidad de los centros de datos en Madrid crezca significativamente hasta alcanzar los 613 MW para 2026, superando a otros centros europeos en tasa de crecimiento anual (42,9%).
Otro punto clave es la alta fiabilidad del sistema eléctrico de Madrid, respaldado por la Red Eléctrica Española (REE), una de las redes más avanzadas del mundo. En 2023, Madrid no experimentó interrupciones en el servicio eléctrico, lo que refuerza su posición como un destino atractivo para centros de datos.
La potencia IT instalada aumenta en Barcelona
Entre los mercados de data centers de mayor crecimiento se encuentra también Barcelona, que aumenta su capacidad en un 68%, pasando de 25 a 42 MW IT, gracias a la llegada del cable submarino a Sant Adrià del Besòs, y también a la saturación de capacidad eléctrica en Madrid. La ciudad condal se convierte, así, en una alternativa atractiva para operadores internacionales de collocation que buscan expandirse en el Mediterráneo.
Regulación proactiva de la Unión Europea
Una vez hemos visto todas las tendencias y desafíos que nos depara el futuro a los data centers, veamos ¿qué está sucediendo en nuestro continente a nivel regulatorio?
El objetivo de la UE es abordar el crecimiento exponencial del sector de forma sostenible y definir la responsabilidad, no solo de los centros de datos, si no de los gobiernos que conforman la UE, mediante políticas que aborden diferentes aspectos clave.
Los responsables de la formulación de dichas políticas están adoptando un enfoque proactivo para el correcto desarrollo de los centros de datos. Mediante una correcta gestión, los data centers pueden acelerar el despliegue de energía renovable y mejorar la integración y la flexibilidad de la red.
Para maximizar los beneficios, los responsables de la formulación de políticas y los operadores de centros de datos deberán trabajar juntos durante este decenio para:
- Asegurar suficiente capacidad de red y planificación al atraer la construcción de nuevos CPDs.
- Fomentar la eficiencia energética y la flexibilidad.
- Invertir en I+D+i para tecnologías de comunicación y computación eficientes de próxima generación.
Algunas de las normativas y regulaciones más importantes en este ámbito son:
- DORA: Digital Operational Resilience Act (o Ley de Resiliencia Operacional Digital, en castellano), es un reglamento de la Unión Europea que requiere que las entidades financieras mejoren su resiliencia operativa digital.
- NIS II: Esta directiva es la legislación a escala de la UE en materia de ciberseguridad y proporciona medidas legales para impulsar el nivel general de ciberseguridad en la UE.
- UNE-EN 50600: Establece estándares para la disponibilidad, seguridad y eficiencia energética para toda la vida útil de los centros de datos, incluidos los potenciales ahorros energéticos.
- La Directiva (UE) 2019/944 del Parlamento Europeo y del Consejo de 5 de junio de 2019 sobre normas comunes para el mercado interior de la electricidad.
- El Pacto de Centros de Datos Climáticamente Neutros, creado por los principales proveedores de infraestructura cloud y operadores de centros de datos con el objetivo de que los data centers en Europa sean climáticamente neutrales para 2030, del cual formamos parte. Este Pacto es una iniciativa de autorregulación que se ha desarrollado en cooperación con la Comisión Europea y entra en consonancia con el actual Pacto Verde Europeo, que tiene como objetivo hacer de Europa el primer continente climáticamente neutro del mundo para 2050.
Se deben aunar crecimiento y sostenibilidad medioambiental
En conclusión, la demanda de servicios de centros de datos seguirá creciendo con fuerza, impulsada por el aumento de tráfico de datos y tecnologías emergentes como la inteligencia artificial avanzada, la realidad virtual y aumentada, el 5G y Blockchain. Para afrontar esta expansión, necesitaremos innovación y normativas que ayuden a mantener el ritmo de la creciente demanda de datos bajo un paraguas de eco-sostenibilidad y eficiencia energética.
Este artículo ha sido escrito por
Adam