El impacto social y económico de la epidemia del COVID-19 la está convirtiendo algo más que un problema de salud pública. A nivel empresarial, los procesos de transformación digital que tenían planes de implementación de años de duración se han visto acelerados a meses o semanas, para dar respuesta a una situación inimaginable a principios de 2020.
La infraestructura digital ha cobrado una nueva dimensión crítica, ya que en muchos casos ha tenido que hacer grandes esfuerzos para garantizar la continuidad de negocio en un contexto súbito de trabajo remoto a gran escala. Y no sólo trabajo: también videojuegos o contenido en streaming. Según Tom Leighton, CEO de Akamai, el tráfico de su plataforma, por la que pasa entre el 15 y el 30% de todo el tráfico de internet duplicó su volumen en marzo de 2020 respecto a marzo de 2019. Y la Unión Europea tuvo que pedir a Amazon, Netflix y YouTube que redujesen la calidad de su streaming para conservar ancho de banda en la región.
Dentro del mundo IT, ¿qué podemos aprender del impacto del COVID-19? ¿Qué necesitaría una empresa para poder responder de manera adecuada a una crisis como esta?
Descentralizar servicios IT
Descentralizar servicios IT es clave para poder dar una respuesta ágil y eficiente a contingencias como la actual, por ejemplo para implementar más rápidamente medidas de teletrabajo, manteniendo la productividad.
La crisis desatada por el impacto del coronavirus está acelerando un proceso de cambio de infraestructura IT de recursos on premise a off premise, en data centers seguros, eficientes y flexibles. Los equipos on premise simplemente no disponen de la capacidad de aguantar la presión que un evento como la COVID-19 está ejerciendo sobre su flexibilidad, y las empresas están cada vez más enfocadas a dotar de resiliencia a sus operaciones.
Según Gartner, para 2025 el 80% de las empresas habrá migrado su infraestructura IT de centros de datos on premise a data centers de colocation o servicios cloud. Dado que ese estudio se llevó a cabo antes del impacto del coronavirus, podemos dar por hecho que esos tiempos se van a acelerar.
El enfoque estratégico de los servicios IT es dejar de gestionar equipos para dedicarse a satisfacer necesidades de negocio desarrollando nuevas capacidades, proyectos, o aplicando nueva tecnología. Es decir, dedicarse a actividades con alto impacto estratégico para la empresa. Y para conseguirlo, un paso indispensable es descentralizar los servicios IT y confiar su infraestructura a un especialista capaz de mantener sus equipos seguros y ofrecer soluciones a medida de sus necesidades.
Recursos escalables en pago por uso
Trabajar con infraestructura propia in-house no permite responder de manera flexible. Una infraestructura como servicio (IaaS) en un cloud permite a las empresas escalar sus recursos IT según las necesidades, y siempre en pago por uso.
Esta elasticidad es clave para poder tener siempre la infraestructura necesaria sin incurrir en grandes inversiones que luego puedan estar infrautilizadas.
Muchas empresas han comenzado ya a migrar recursos clave a servicios cloud. Según Synergy Research Group, la inversión en servicios cloud ha crecido un 37% en el primer trimestre del año respecto a 2019. Teniendo en cuenta que lo peor de la crisis llegó en marzo, podemos esperar un incremento similar en el segundo trimestre.
No todos los sectores están igual de preparados para afrontar un evento de la envergadura del COVID-19. Sectores como educación, sanidad o distribución se han encontrado con que no disponían de la infraestructura necesaria para trasladar a todos sus empleados a un entorno virtual.
Gestión eficiente del riesgo
Una gestión eficiente del riesgo implica elaborar un plan de contingencia ante desastres que permita a tu infraestructura IT dar una respuesta a cualquier imprevisto. Por ejemplo con sistemas de réplicas, DRS y BRS además de los obvios backup, que permitan recuperar los sistemas de manera sencilla y consistente.
El proceso de transformación digital no hace otra cosa que hacer aún más necesario el disponer de un plan de contingencia, ya que los servicios IT se vuelven aún más críticos respecto a la continuidad de negocio.
Un cambio permanente
El impacto de la COVID-19 en los servicios IT está llevando a muchas empresas a acelerar sus procesos de transformación digital y a migrar hacia servicios IaaS o cloud, que proporcionan una mayor flexibilidad, agilidad y resiliencia ante desastres.
Este cambio es inevitable y permanente. Y ya estaba en marcha. La mayor consecuencia del confinamiento durante la crisis del coronavirus es la de precipitar estas tendencias ya existentes.
¿Y tú qué opinas? ¿Cómo crees que ha de cambiar la gestión IT de las empresas para responder a crisis imprevistas?
Este artículo ha sido escrito por
David Ribalta
Director Comercial