La conectividad es un elemento fundamental en cualquier centro de datos y debe asegurar un servicio excelente en todos los niveles de traslado de información. A eso, debemos añadirle que el volumen de información que transportamos a diario a través de la red global aumenta de forma exponencial debido a que toda nuestra actividad está digitalizada.
Este aumento constante de información implica que debemos asumir continuamente mejoras en la infraestructura de red para garantizar un traslado de información seguro, eficiente y rápido. Aquí es donde entra en juego el 5G.
¿Qué ventajas tienen las redes 5G?
El 5G garantiza la transferencia de datos masivos a velocidades sin precedentes, permitiendo mejoras tecnológicas inviables hasta el momento. La conexión 5G tiene una velocidad estimada de 100 gigabits por segundo, es decir, 100 veces más rápido que el actual 4G.
Estas redes aumentan la conectividad entre dispositivos, personas y servicios de IoT. El 5G utiliza arquitecturas virtualizadas y basadas en software para simplificar la movilidad, de forma que los usuarios y dispositivos móviles pueden permanecer conectados mientras se mueven entre conexiones sin tener que volver a autenticarse o cambiar ninguna configuración. Esto permite tecnologías como vehículos autónomos, realidad virtual o IoT masivo.
Las redes 5G también ofrecen una mejor cobertura geográfica y pueden mejorar la conectividad en áreas desatendidas sin una conectividad de banda ancha adecuada o áreas urbanas densas donde la demanda supera las capacidades actuales. Además, admiten una arquitectura densa de acceso distribuido y ayudan a acercar el procesamiento de datos al perímetro.
La proliferación de 5G estimulará la necesidad de gestionar grandes cantidades de datos con bajas latencias y alta accesibilidad, lo que estimulará, a su vez, el aumento del número de centros de datos.
En este escenario, los data center juegan un papel clave y deben pivotar rápidamente, transformarse y aprender a incorporar la automatización para una gestión de red 5G sin inconvenientes.
La llegada del 5G y las nuevas tecnologías
La virtualización, la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático masivo, requerirán de una velocidad de servidor acelerada y una mayor capacidad de red para permitir un mayor volumen de servicios cada vez más sofisticados.
Estas necesidades las cubrirán las redes 5G, permitiendo un uso cada vez mayor de estas tecnologías. La latencia jugará un papel clave en el movimiento masivo de la información generada por las nuevas tecnologías. Entran en juego los data centers Edge.
¿Cómo pueden evolucionar los centros de datos para adaptarse a la próxima generación?
A medida que los centros de datos evolucionan, están menos definidos por el tamaño y más por la proximidad a los usuarios finales y su agilidad para procesar, mover y almacenar datos. La consultora Gartner predice que, en 2025, el 75% de los datos generados por la empresa se crearán y procesarán fuera de los centros de datos centralizados tradicionales o de la nube.
Acercar los centros de datos al usuario final implica, a su vez, acercar las redes al usuario final, y las redes centradas en el usuario implican que los recursos informáticos y de almacenamiento se aproximen a los usuarios y dispositivos conectados.
La única forma de cumplir con los requisitos de latencia baja y ultraconfiable será implementar estos nodos perimetrales en centros de datos localizados cerca de los usuarios, es decir, centros de datos Edge.
La convergencia de los Edge data center y la red 5G
La convergencia de 5G y los centros de datos Edge permite una accesibilidad sin precedentes a los datos al reducir drásticamente la latencia y optimizar la prestación de servicios en el perímetro de la red. Esto es fundamental para aplicaciones nuevas y emergentes como vehículos autónomos, realidad virtual/aumentada y robótica automatizada.
A pesar de lo revolucionarios que son sus resultados, la convergencia de los centros de datos (comunicación de datos) y las redes inalámbricas (telecomunicaciones) evolucionó durante dos décadas con el apoyo de dos eventos pioneros: la introducción de la tecnología del Protocolo de Internet (IP) en las telecomunicaciones inalámbricas y la evangelización del hardware o la desagregación de software.
Hoy estamos viendo un nuevo nivel de convergencia derivado de los dispositivos IoT, que se basan en las altas velocidades y las bajas latencias prometidas por la infraestructura 5G y facilitadas por una infraestructura informática de borde más robusta y predominante.
Juntos, la convergencia de 5G y los centros de datos perimetrales permiten que los dispositivos IoT/IIoT funcionen de formas nuevas y más conectadas.
Un futuro muy próximo
El 5G es cada vez más relevante y pasará a ser la principal forma de comunicación inalámbrica en un futuro muy cercano. Las infraestructuras de telecomunicaciones y los centros de datos deberán adaptarse al cambio y generar un ecosistema Edge con altas capacidades y bajas latencias.
Actualmente, ya se está llevando a cabo esta transformación, pero se requiere de más inversión por parte de los gobiernos para una implementación óptima que garantice y aproxime las comunicaciones del futuro a todos los usuarios finales. A partir de aquí, las posibilidades son infinitas.
Este artículo ha sido escrito por
Adam